Después de conocer las características y atributos que se valoran de un objetivo, lo más apropiado es que empieces a poner nombre y apellidos a los distintos tipos de objetivos en función de sus peculiaridades.
Sí, efectivamente ha llegado el momento en que vamos a descubrir qué significan palabras tan cotidianas dentro de la jerga fotográfica como: teleobjetivos ("teles"), grandes angulares, ojos de pez, todoterrenos, etc.
Y no sólo eso, sino que además, vamos a ver para qué sirven y cuándo deberás pensar en un tipo u otro, en función de la foto que pretendas hacer.
La distancia focal es el valor que nos permitirá clasificar nuestros objetivos. Si te acuerdas, la focal estaba directamente relacionada con el ángulo de visión de la foto y, por tanto, con la perspectiva de ésta.
De esta relación viene, por ejemplo, el nombre de gran angular, ya que proporciona a nuestras fotos un amplio ángulo de visión pero también provoca distorsiones.
Súper Gran Angular.
Tienen un rango focal inferior a 24mm. Y ofrecen un ángulo de visión superior a los 84º (hasta 180º e incluso más), mayor que la visión humana.
Estos objetivos proporcionan un amplísimo campo de visión, que puede provocar, incluso, distorsiones en los márgenes. Distorsiones que se acentúan al acercarse al objeto fotografiado, por lo que habrá que tener cuidado a la hora de elegir la distancia a la que nos situemos.
El tipo de fotografía en que es más apropiado usar estos objetivos es la toma de paisajes, motivos arquitectónicos o interiores. El amplio ángulo de visión que ofrecen permite reflejar toda la escena y además son objetivos que poseen una importante profundidad de campo y suelen ser bastante luminosos.