Una de las leyendas urbanas más extendidas en el mundo de la cocina es que las verduras son aburridas. Quizá influya el hecho de que desde pequeños las hemos asociado a platos insulsos y descoloridos, donde casi nunca tienen el papel protagonista.
Pero no tiene por qué ser así, y un buen ejemplo es este pastel de verduras. Un festival de colores y sabores que se mezclan en un plato de fantasía que encantará a todo el mundo por divertido y por sabroso. El horneado y la mezcla de los huevos y la nata le dan a esta receta de verduras la consistencia necesaria para convertirlo casi en un plato principal.
Las verduras, tan variadas como queramos, serán las verdaderas protagonistas. Para adaptar el pastel a nuestra nevera basta con sustituir las que hoy hemos elegido por cualquier otra. Respetando que la cantidad final, sumadas todas ellas, sea de aproximadamente medio kilo para la cantidad de huevos y nata indicada. A partir de ahí, el límite sólo lo marca nuestra imaginación.