El 21 de mayo se conmemora el Día Europeo de la Red Natura 2000, que este año celebra su 30º aniversario. Esta efeméride fue proclamada por la Comisión Europea por primera vez en 2017 con motivo de la aprobación de la Directiva Hábitats, la norma europea que creó la Red Natura 2000.
La Red Natura 2000 es la red de áreas protegidas más extensa del mundo y la principal herramienta de conservación de la biodiversidad en Europa. Así, con cerca de 27.000 espacios naturales (equivalentes a la quinta parte de la superficie de la Unión Europea), la Red Natura 2000 permite asegurar la supervivencia a largo plazo de las especies y hábitats más vulnerables de Europa y contribuye a detener la pérdida de biodiversidad, una de las mayores amenazas de los ecosistemas europeos.
Para revertir esta situación, España se ha comprometido a seguir avanzando en la protección y gestión efectiva de al menos un 30 % de nuestra superficie terrestre y marina para el año 2030, para contribuir a la protección de la biodiversidad y hacer frente a los efectos del cambio climático.
España, de hecho, es el país de Europa que más contribuye a esta red con más de 1.850 espacios, lo que supone un 27,8 % de su superficie terrestre y que, además, representa el 20 % del total de la red europea. Cabe destacar que, en el ámbito marino, España cuenta con 272 espacios en la Red Natura 2000, siendo una de las más amplias y científicamente mejor definidas de Europa. Además, nuestro país alberga el 56 % de las aves incluidas en la Directiva Aves y el 32 % de los taxones incluidos en la Directiva Hábitat y están presentes en España el 56 % de los tipos de hábitats de interés comunitario, entre los que se encuentran algunos tan diversos como praderas de posidonia, estepas salinas, lagunas costeras o prados alpinos.
La Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico contribuye a la consolidación de la Red Natura 2000 como herramienta clave de conservación de la biodiversidad en Europa a través de diferentes programas y convocatorias de ayudas.
Así, el proyecto LIFE INTEMARES contribuye a la gestión integrada, innovadora y participativa de los espacios marinos protegidos y avanza hacia el cumplimiento de los compromisos internacionales de protección marina, basada en la disponibilidad de información científica rigurosa y en la participación de los sectores implicados. Entre sus pilares destacan la investigación, conservación, gobernanza, sensibilización, así como la capacitación de agentes implicados en la gestión eficaz de la Red Natura 2000, que se ha reforzado este año.
Asimismo, la Fundación Biodiversidad trabaja en espacios Red Natura 2000 para garantizar la conservación de especies amenazadas. Coordina el LIFE Cerceta Pardilla, que tiene como objetivo mejorar el estado de conservación de 3.000 hectáreas de humedales para revertir el riesgo de extinción del pato más amenazado de Europa, en situación crítica en España.
Además, con el objetivo de facilitar la adaptación del oso cantábrico al cambio climático, participa en el proyecto LIFE Osos con futuro, con actuaciones en ocho espacios de la Red Natura 2000 de la Cordillera Cantábrica. El proyecto ha iniciado los trabajos para llevar a cabo plantaciones de árboles y arbustos autóctonos productores de frutos, actuaciones de restauración del hábitat, estudios de investigación y acciones de sensibilización dirigidas a los colectivos que desarrollan actividades en los montes oseros.
Entre las especies que recoge la Directiva Hábitat y que se localizan en espacios de la Red Natura 2000, también se encuentran cetáceos tan amenazados como la marsopa y los delfines mular y común, que son objeto de protección en el proyecto CetAMBICion. Esta iniciativa, que cuenta con la participación de 15 socios de España, Portugal y Francia, tiene como objetivo reducir la captura accidental de cetáceos en la subregión del golfo de Vizcaya y la costa ibérica.
Por último, la Fundación Biodiversidad participa en el proyecto LIFE ECOREST, que actúa en el litoral de Girona y Barcelona, donde se encuentran áreas de la Red Natura 2000 como el Cap de Creus. Esta zona está considerada un punto de gran importancia ecológica debido a la alta concentración de especies amenazadas, entre las que se encuentran corales, gorgonias y esponjas. Con el proyecto LIFE ECOREST se prevé restaurar cerca de 30.000 hectáreas de hábitats marinos profundos.
Además, la Fundación ha apoyado a través de diferentes convocatorias de ayudas a más de 150 proyectos que trabajan en espacios Red Natura 2000 en España, orientados principalmente a la conservación de especies y hábitats dentro de estos espacios protegidos, con una dotación superior a los 7,2 millones de euros.
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