Existe un ciclismo sin medidores de potencia, sin carbono, sin cambio electrónico, sin pedales automáticos. Un ciclismo de rastral, de palancas de cambio en el cuadro, de pesadas bicis de acero, con el cableado asomando por encima del manillar. Un ciclismo de maillots de lana, alejado de la licra y de los tejidos inteligentes. Un ciclismo que recrea L'Eróica, la prueba madre que fue el embrión de lo que hoy es la Strade Bianche, una carrera que ha conquistado el alma de los aficionados y de los propios profesionales que la compiten porque rememora el ciclismo a la antigua usanza.
Pero no sólo en los bellos caminos de La Toscana, de tierra polvorienta, sin asfaltar, se puede disfrutar de la bicicleta con el espíritu de hace un siglo. L'Eróica, aquel evento primario que reunió a un grupo de ciclistas amantes de lo vintage en 1997, se ha ido transformando con el tiempo en una marca reconocible, en todo un movimiento social en torno a la bicicleta, al punto de constituir un circuito de pruebas distribuidas por todo el mundo. A las cinco carreras consolidadas ya en Italia se unen eventos en Estados Unidos, Sudáfrica, Alemania, Gran Bretaña, Japón y, por supuesto, España.
La localidad de Haro, en La Rioja, se convertirá en la capital mundial del ciclismo clásico los días 3,4 y 5 de junio. Tras el obligado parón pandémico y las dificultades añadidas que obligaron a suspensiones y aplazamientos, las carreteras y los caminos de La Rioja volverán a llenarse de bicicletas clásicas y de ciclistas ataviados al efecto, con la cámara enrollada en la espalda si hace falta, como en los viejos tiempos.
Hay condiciones. No se puede llegar con una bicicleta de última generación. Las reglas y, sobre todo, el espíritu de cuantos participan en L'Eróica es claro: ciclismo clásico... como modo de vida. Así, las bicis deberán ser anteriores a 1987, que es lo que les da la categoría de bicicletas históricas. Los pedales deben tener clips para los pies y correas; no se permiten pedales de liberación rápida o automáticos. Se recomiendan bicicletas, ropa y accesorios de estilo vintage, siempre que presenten las características homologadas. La ropa debe ser de inspiración clásica, como jerseys y culottes de lana, o acrílicos u otros materiales que se utilizaron hasta finales de los 80. Se debe evitar la ropa o accesorios con materiales técnicos de fabricación reciente, incluidas las gafas de sol. El único accesorio moderno que está permitido y recomendado para su uso es el casco.
L'Eroica Hispania da la oportunidad a los participantes de alquilar bicicletas clásicas el día de la prueba, aunque quien se acerca a un evento de estas características suele ir con su propia máquina, porque ya sabe que no es una carrera más: es una forma diferente de ver el ciclismo.
La Rioja, por su situación y orografía, da la oportunidad de disfrutar de unos paisajes únicos. Para ello, la organización pone a disposición de los participantes cuatro recorridos. Desde el llamado Paseo Eróico, de sólo 25 kilómetros para iniciarse en este tipo de ciclismo, hasta el recorrido corto, de 74 km, o el medio, con unos respetables 122. Pero, sin duda, la joya de la corona es el recorrido largo, con un kilometraje cercano a los 190 y 3.000 metros de desnivel positivo. Para completarlo habrá que salir al alba, a las seis y media de la mañana, y ser consciente de lo que quedará por delante: una vuelta inolvidable por La Rioja media, alta y alavesa, atravesando carreteras y caminos con un alto atractivo para el esfuerzo ciclista y, desde luego, llegando a poblaciones de un valor cultural inabarcable. Todo, con el espíritu que invade todas y cada una de las pruebas de L'Eroica: un ciclismo para disfrutar, de mapa y parada, donde tanto sentido tiene exprimirse sobre la bicicleta en los tramos mas exigentes como detenerse para la foto y para degustar los avituallamientos establecidos a lo largo del recorrido. Es ahí donde La Rioja tiene un atractivo especial, al reunir un patrimonio cultural y gastronómico imbatible.Con casi un mes por delante, hay tiempo para entrenar, para buscar la indumentaria adecuada, para poner la vieja bicicleta a punto o para hallar esa pequeña joya con la que participar en L'Eróica Hispania. El evento tiene las puertas abiertas a través de su página web para todos aquéllos que quieran disfrutar de un ciclismo a la vieja usanza. Un ciclismo que, gracias a iniciativas como ésta, no morirá nunca y que puede convivir con el último modelo de carbono. Al fin y al cabo, es ciclismo.
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