El dicho de “lo barato sale caro” tiene su razón de peso, lo bonito para hoy puede ser perjudicial para mañana. Si lo aplicamos en cosmética está comprobado como a nuestro cuerpo no le basta con una presentación bonita en un atractivo envase sino que también quiere dejarse seducir por la composición del producto. Y es que no es nuevo que el cuerpo es sabio y todo lo reconoce por lo que siempre que podamos evitaremos las sustancias tóxicas en productos de cuidado diario y optaremos por ingredientes naturales que son reconocidos por nuestra piel, por su afinidad y semejanza con nuestra estructura. En este post te presentamos una lista con las sustancias tóxicas más comunes que encontramos en la industria cosmética y que debes evitar si quieres sumarte a la cosmética toxic-free.
Sulfatos, detergente irritante para la piel
Estos conocidos tensioactivos sintéticos (y todos los terminados en sulphate) los encontramos principalmente en productos de cuidado diario, como el champú o el gel de baño, por el elevado poder de limpieza que tiene sobre la piel. Su potente acción disuelve la suciedad y los aceites naturales que crea nuestra piel de forma natural como barrera protectora contra los agentes externos. La elevada concentración de sulfatos en un producto de uso diario y su uso continuado puede generar problemas de irritación y tirantez en la piel, sequedad o incluso caída de cabello. Cabe destacar en especial los peligros del Sodium Lauryl Sulphate que tiene propiedades abrasivas para la piel y se ha vinculado con problemas de salud al penetrar con facilidad en la sangre a través de la piel.