Hoy es un día histórico, para la democracia, la Unión Europea y Reino Unido.
Por mediación de un referéndum, el 52% de los británicos han decidido que su país debe de abandonar la UE.
El referéndum no es vinculante, pero el Gobierno, liderado por un primer ministro que ya ha anunciado su marcha en octubre, parece que acepta (y asume) la decisión popular. Lo que pasará a partir de ahora es una incógnita, porque nunca antes se había dado esta situación. Estos son los (supuestos) pasos en el escenario del 'brexit'.
El famoso articulo 50 del TUE
El Reino Unido tiene que empezar a renegociar con la UE la nueva relación que se establecerá entre ambos. El Tratado de la UE previó esta circunstancia, y así consta en su Artículo 50, que es el que regula el procedimiento. Para empezar, el Reino Unido tiene que notificar oficialmente al Consejo Europeo que quiere irse. La negociación duraría al menos dos años. El acuerdo se cerrará "por mayoría cualificada" y "previa aprobación del Parlamento Europeo". Este pacto se regula también por los artículos 218 y 238 del Tratado de Funcionamiento de la UE. Pero todo está esbozado de manera bastante genérica, no hay una hoja de ruta clara.
¿Dos años? ¿seguro?
El Tratado de la UE dice expresamente que el país saliente dejará de estar sometido a la legislación europea "a partir de la fecha de entrada en vigor del acuerdo de retirada" o bien "a los dos años de la notificación" de la salida. Pero esto es negociable: el Consejo Europeo (por unanimidad) y el Reino Unido pueden prorrogar este plazo de mutuo acuerdo.
La UE liderará las negociaciones
El procedimiento deja claro que, si se activa este Artículo 50, el Reino Unido "no puede participar" en la discusión y que quien tiene "la sartén por el mango" es la Unión Europea. Algunos ya insinuaban antes de la consulta que lo que tenía que hacer David Cameron, dada la inferioridad de condiciones en una futura negociación, era, directamente, "revocar unilateralmente el acta del 72 de adhesión a las Comunidades Europeas". Es el peor de los escenarios, porque sería una salida abrupta, no negociada.
Cameron deja paso a otro
El primer ministro, como también esperaban algunos, ha dicho que se va y que deja en manos de su sucesor el momento de activación del Artículo 50; así, las negociaciones no empezarían al menos hasta finales de este año. Su sucesión no será nada fácil y aún no está claro que un euroescéptico como Boris Johnson —su amigo y, sin embargo rival, en la campaña— se gane el favor del partido tory. Los conservadores celebrará su congreso anual entre el 2 y el 5 de octubre en la ciudad de Birmingham.
Las tres "fórmulas"
El lunes pasado, el ministro de Exteriores español, José Manuel Margallo, apuntó que se están manejando "tres posibles fórmulas" para articular las relaciones Reino Unido-UE. La primera es una integración "con Noruega e Islandia"; la segunda es el modelo suizo, sin aportación al presupuesto comunitario pero sí con libre circulación de personas, mercancías, servicios y capitales; y la tercera es un acuerdo similar al que tiene la UE con Canadá. El líder del UKIP, Nigel Farage, ha dicho que su partido trabajará "intensamente" en el Parlamento Europeo para defender los intereses del Reino Unido. Hoy se muestra eufórico, aunque antes de la consulta admitió que no tenía "ni idea" de qué podía pasar en caso de brexit.
Dudas por todas partes
Nunca se ha dado esta situación, por lo que las dudas son infinitas. El proceso de salida es "muy complicado", según todas las fuentes consultadas. "Hay muchos que piensan que sería tan complejo" que, probablemente, a los dos años el Reino Unido podría incluso "negociar la manera de quedarse", asegura el europarlamentario español Ramón Jáuregui. Pero Europa, de momento, se mantiene firme: "Fuera es fuera", ha dicho el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker (es decir, que nada de renegociar el acuerdo firmado entre Cameron y la UE para evitar la salida). El ministro francés de Economía, Emmanuel Macron, también avisó: "El día después de la salida, los establecimientos británicos dejarán de tener un pasaporte financiero". Todo está en el aire. Un dato más: Francia y Alemania celebran elecciones en 2017.
El futuro de la UE
La salida del Reino Unido acelerará, muy probablemente —ya hay voces pidiéndolo directamente—, una reformulación de la UE, que padece una multicrisis. Aunque esto también tardará. Hay que tener en cuenta que los partidos extremistas de países como Holanda, Francia, Italia o Austria ya han pedido que se hagan reféndums en sus países. El miedo al efecto contagio está ahí, pero aún no es, en absoluto, una realidad. Por otro lado, al Reino Unido no solo le tocará renegociar sus relaciones económicas con la UE, sino que tendrá que mirar también hacia EE UU y firmar, probablemente, un tratado de libre comercio aparte. También tendrá que atender a las cuestiones bilaterales con cada Estado miembro, incluida España (a saber: Gibraltar, movilidad de trabajadores, servicios sociales...).
Escocia, Irlanda del Norte
En estos territorios ha habido una mayoría por la permanencia en el referéndum, tal y como se esperaba. El brexit puede desencadenar un segundo referéndum de independencia en Escocia (espejo de Cataluña); la ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, lo ha confirmado. Dublín, por su parte, ha dicho que el brexit tendrá "consecuencias muy significativas" para Irlanda; el presidente honorífico del partido republicano norirlandés Sinn Féin, Declan Kearney, ha reclamado un referéndum.
Reuniones inmediatas
El Parlamento Europeo celebrará una sesión extraordinaria el próximo martes. Ese mismo día está previsto que comience una cumbre de dos días de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha insinuado que el Reino Unido no asisitirá, aunque de momento no está claro.
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