Hoy me uno al Blog Action Day, una acción que lleva realizándose desde 2007 y que consiste en unir a bloggers de todo el mundo un día al año, para crear una conversación global en la que abordar un tema de importancia mundial, con el objetivo de despertar conciencias y desencadenar un debate en torno a una temática que afecta a nivel mundial. Este año el tema es la Desigualdad.
En 2007, se habló del Medio Ambiente; en 2008, la Pobreza; en 2009, el Cambio Climático; en 2010, el Agua; 2011, la Comida; en 2012 la energía de “Nosotros”; en 2013 los Derechos Humanos y en 2014 es la Desigualdad.
Al principio Blog Action Day se enfocaba solamente a bloggers y de ahí el nombre original, pero cualquier ayuda de difusión es bienvenida por unos presupuestos de igualdad como piden desde Oxfam Intermón, tanto si eres blogger, vlogger, podcaster, diseñador, haces infografías o usuari@ de medios sociales.
La desigualdad es el resultado de un problema social y por desgracia, es una realidad presente en todo el mundo, difícil de combatir pero que siendo conscientes de la situación, podemos mejorar. Todos deberíamos tener los mismos derechos y oportunidades, un trato por igual y en teoría, vivir en un país democrático, avanzado, en el siglo XXI debería ser algo así pero la realidad es bien distinta.
Actualmente, aunque a mi mismo me resulte difícil de creer y de pensar que realmente lo estoy viviendo en un país que creía “del primer mundo”, observo una gran desigualdad: de oportunidades, económica, entre sexos, jurídica y educativa. Desigualdad de la que somos víctimas y que viene condicionada por los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
Cada vez los ricos son más ricos y hay más pobres, más pobres. Las partidas destinadas a sectores de la población más vulnerables como: los inmigrantes, las personas con discapacidad, personas mayores o dependientes, han sufrido una caída histórica. Concretamente bajadas del 79%, 69%, 50% y 26% respectivamente desde 2008 a 2015
En los entornos laborales sigo viendo desigualdad entre sexos. Las mujeres salen perdiendo, sobre todo si tienen hijos, o en un puesto de trabajo, la presencia femenina sea menor que la masculina y las mujeres tengan que soportar los comentarios bromistas de los compañeros hacia ellas, al principio puede parecer gracioso y sonríes, pero puede acabar agotando.
Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) destinan a ofrecer igualdad de oportunidades a mujeres y hombres, va a contar con 20 millones de euros durante el 2015. Esta cifra implica una reducción de algo más de la mitad desde el estallido de la crisis.
Respecto a la desigualdad jurídica, España es un buen ejemplo, basta con observar cómo la ley está tratando a los políticos corruptos, los cuales siguen viviendo como si nada.
Sobre la desigualdad educativa, la educación cada vez es más cara a todos los niveles, no solo los universitarios. Precios más elevados que hacen que sea menos accesible y a la vez, de calidad inferior por la reducción en recursos. Sin educación y cultura, un país no puede avanzar. El retroceso de la educación pública está resultando en un aumento del abandono escolar, una caída en el número de profesorado y una pérdida de la cualificación profesional, lo que conlleva finalmente a más paro, subempleo y precariedad.
En 2007, antes del inicio de la crisis, la tasa de desempleo era de 8%. En 2014 es del 24.5%, lo que corresponde a 4.5 millones de personas. Ya son cuatro de cada diez desempleados quienes no reciben prestaciones. La crisis del empleo ha contribuido a disparar la tasa de riesgo de pobreza y exclusión social que ha subido tres puntos desde 2008 situándose en el 27.3% en 2013, más de dos puntos por encima de la media europea.
La igualdad de oportunidades se construye en base a una serie de prestaciones universales y a la provisión de medidas compensatorias para los más desfavorecidos. Éste ha sido el principio que ha guiado el modelo de sociedad y de desarrollo en las últimas décadas. Sin embargo, este marco se está destruyendo a un ritmo vertiginoso desde el inicio de la crisis.
Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) son un instrumento clave con potencial para corregir el rumbo de la desigualdad. Es fundamental acordar unos presupuestos que consoliden la inversión en los servicios sociales básicos, fomenten el empleo de calidad, promuevan las transferencias a los sectores más vulnerables, luchen contra la pobreza dentro y fuera de nuestras fronteras e impulsen el gasto dirigido a las políticas sociales.
La desigualdad extrema es evitable. Es una cuestión de prioridades y de voluntad política.
Firma por una reforma fiscal justa y equitativa. Una reforma contra la desigualdad.
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