El tobillo se encuentra estabilizado en su parte lateral por varios ligamentos y puede lesionarse por alguna actividad laboral, deportiva o recreativa, ya que el tobillo actúa como si fuese una bisagra y recibe enormes cargas, sobre todo cuando se practican deportes con giro sobre la extremidad y en especial en la carrera.
El esguince de tobillo es el resultado del desplazamiento hacia fuera o hacia dentro del pie y esto puede causar la rotura de los ligamentos de la cara externa o interna del tobillo.
El dolor puede resultar leve o muy intenso haciendo que la persona que lo sufre no pueda desplazarse durante un período de tiempo variable.
Sin embargo, realizando un tratamiento adecuado en la mayor parte de los casos es esguince se cura con rapidez y no pasa a ser un problema crónico.
Una simple palpación por parte del médico de la cara lateral del tobillo será suficiente para determinar donde está localizada la lesión ligamentosa. Por otra parte, una radiografía de esfuerzo del tobillo ayuda la mayoría de las veces a determinar con exactitud la lesión en el ligamento y su extensión.
Calificación:
El esguince de tobillo puede tener diferentes grados de comprometimiento, siendo clasificados de la siguiente forma:
- Esguince grado 1: Es mínimo o leve sin rotura ligamentosa. Sensibilidad leve con tumefacción discreta.
- Esguince grado 2: Esguince moderado con rotura parcial. Tumefacción aparente, esquimosis y dificultad para caminar.
- Esguince grado 3: Rotura ligamentosa completa. Tumefacción hemorragia, inestabilidad del tobillo, incapacidad para andar.
En el caso de un esguince de grado 3 deberá hacerse una inmovilización con escayola o como último recurso hacer una cirugía.
En definitiva el objetivo primordial que persigue el tratamiento de un esguince de tobillo es evitar el edema que se produce como resultado de la lesión.
Por ello la aplicación de hielo es importante en los primeros días, acompañado de un vendaje compresivo.
Si existe dolor al caminar deberá evitarse el apoyo del pie utilizando muletas, como una forma de evitar que la lesión aumente.
También y dependiendo de la gravedad de la lesión un yeso puede resultar efectivo ayudando también a una cicatrización del ligamento.
Los tratamientos más comunes son el reposo como parte esencial de la recuperación, eliminando además toda carga que pueda lesionar aún más el tobillo. Pudiendo sin embargo, realizarse algunos ejercicios en descarga como la natación.
El hielo es un buen paliativo para aliviar la zona inflamada, manteniendo la compresa de hielo como mínimo media hora.
También es de ayuda el comprimir la zona lesionada con un vendaje elástico que además de proteger el ligamento reduce la inflamación. Debe hacerse un vendaje firme y uniforme pero jamás demasiado apretado.
Por último es conveniente mantener la zona lesionada elevada mientras se realiza la aplicación de hielo.
La rotura de cartilago creciente al ponerte una escayola no te puedes poner hielo, cura bien igualmente?
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