Por fin una de las bellotas plantadas en la segunda fase ha brotado, la nº 37. Quizas haya sido por el cambio de lugar de los vasos contenedores, ya que ahora reciben luz solar directa, no como antes. Esto me ha hecho pensar y esta misma mañana he transportado todos los robles supervivientes a nuestra finca, para que les de por fin el sol. Alli se quedaran ya permanentemente a cielo abierto. Alli estaran mucho mejor, ya que los he protegido alrededor para que el viento no les afecte mucho.
Durante la preaclimatación que les hice ayer, decidi investigar que era lo que le pasaba al nº 9, ya que estaba totalmente mustio. Para mi desilusión, aunque no me cojio por sorpresa, el roble estaba muerto. El proyecto sigue.
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