Seguro que alguna vez te has preguntado qué utilidad podías darle a esas 25.000 pelotas de ping-pong que tienes en el desván y que no sabes qué hacer con ellas.
Pues una opción es convertirlas en objeto decorativo, como han hecho en el estudio de arquitectura Snarkitchture forrando con ellas las paredes de este dormitorio. Y aún hay más.
La pelotita de ping-pong como elemento ornamental, pudieron haber pensado estos arquitectos.
Tenían en su estudio, un loft, un espacio que habilitaron como dormitorio para tener algo de ropa para cambiarse y para echar siestas ocasionales, y uno de los empleados, amante de cierto deporte que seguro imagináis, pensó dar rienda suelta a su pasión trasladándolo a la decoración.
El resultado lo podéis comprobar en estas fotografías, y si tenéis la suficiente paciencia, un montón de pelotas de ping-pong y mucho pegamento, podéis aplicar la idea en casa. Daniel Arsham tardó un par de meses en realizar la labor de colocación y pegado de las pelotitas. Junto con la gradación hacia tonos más claros según subimos por la pared la acercarnos al tragaluz del techo y un espejo en una pared, la sensación es de un espacio de mayores dimensiones que las reales.
Chiflao..... con mucho tiempo libre
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