La mayor parte del biodiésel que se produce en la actualidad proviene de la combustión de aceites vegetales de distinta procedencia o de los desechos de aceite que producen algunas industrias. El problema de los primeros es la necesidad de grandes extensiones de cultivo. Por ello, se investigan nuevas materias primas que sustituyan a los aceites convencionales en la producción de energía sostenible. Es el caso de los microorganismos oleaginosos, que también pueden ser una fuente para la producción de biodiésel.
Los microorganismos oleaginosos son los que acumulan más de un 20% de lípidos. En la mayor parte de los casos, el aceite que se puede extraer de ellos está en forma de triglicéridos, igual que en los aceites vegetales y las grasas animales. Por tanto, los lípidos de los microorganismos podrían utilizarse en el proceso de producción de biodiésel en la industria.
Los principales microorganismos oleaginosos son las microalgas, las bacterias, los hongos y las levaduras. La mayor parte de las investigaciones actuales estudian la viabilidad de la utilización de microalgas, que utilizan dióxido de carbono y luz solar para la producción de lípidos y tienen rendimientos de producción y velocidades de crecimiento superiores a los cultivos tradicionales de aceites vegetales. La desventaja principal es la necesidad de luz y de grandes extensiones de terreno.
Pero se están investigando otras formas de producción de biodiésel utilizando hongos, bacterias o levaduras. La ventaja, en comparación con las microalgas, es que su crecimiento puede llevarse a cabo en plantas de biomasa convencionales, lo que reduciría los costes de producción. Además, se pueden utilizar un amplio abanico de materias primas como fuente de carbono durante su crecimiento y pueden manipularse genéticamente para mejorar u optimizar la acumulación de lípidos.
El Departamento de Tecnología Química y Energética de la Universidad Rey Juan Carlos y el Departamento de Genética y Microbiología de la Universidad de Murcia llevan cinco años explorando esta alternativa, lo que ha permitido desarrollar biodiésel de alta calidad en un solo paso, realizando la transformación directa de los lípidos de un tipo de hongo llamado Mucor circinelloides (en la imagen). El biodiésel producido tiene una pureza del 99%. En un futuro, manipulando genéticamante este hongo, se podrá generar microorganismos con mayores cantidades de lípidos y que crezcan sobre residuos agrícolas o industriales.
Fuente: ecologiaverde
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